Ps. Beky Rodríguez Zelaya
El problema de
la violencia familiar es definido desde enfoques y posturas múltiples; sin
embargo me atrevo a presentar un concepto personal que para nada pretende
minimizar las ya existentes y conocidas; así, la violencia familiar es el “maltrato
físico, psicológico y sexual dirigido hacia el ser que un día se decidió amar”,
dicho concepto está orientado al tipo de violencia que se suscita entre
cónyuges (casados, convivientes, novios, enamorados).
Como psicóloga
mi experiencia de trabajo con víctimas de violencia familiar me permitió
conocer directamente (de sus propios labios) los sentimientos y pensamientos de
aquéllas que fueron maltratadas de diversas formas por aquéllos “valientes” que un día les prometieron
amor eterno, respeto, protección, etc., etc., hasta que la muerte los separe.
Del total de mujeres que entrevisté, sin pecar de exagerada, más del 90%
soportaron violencia familiar por más de cinco años; y en mi afán de comprender
el porqué (la lógica no cabe) planteaba algunas interrogantes y conseguí
algunas respuestas comunes a todas: “al
inicio sólo me insultaba”, “él me pedía perdón después de golpearme…… además
errar es humano”, “si lo dejaba mis hijos no iban a tener nada que comer”, “siempre
mantenía la fe de que cambiaría por amor”, “pero sólo fue un empujoncito,
seguro que puede cambiar”, “soy mujer y tengo que soportar a mi marido”, “que
dirá la gente si él me deja”………. Y lo
peor de todo era que cada frase emitida por estas mujeres se convertían en
afirmaciones totalmente válidas, que lo único que hacían era mantenerlas en el
total sometimiento a sus “machos
maridos”.
Ante lo
descrito, en múltiples oportunidades me preguntaba para mis adentros “¿Qué sucede con estas mujeres, es posible
acaso que un ser humano normal disfrute de los maltratos?”, ésta y otras
interrogantes arribaron a una respuesta personal que determinaba la urgente
ayuda psicológica a estas mujeres; pero previamente, comprender el porqué
(razones) de tal comportamiento, de seguro sensibilizará a muchos profesionales
(psicólogos (as) o no) y personas naturales a emprender junt@s la tarea de apoyar
genuinamente a estas mujeres.
Robinn Norwood
en su obra conocida “Mujeres que aman
demasiado”, da a conocer 15 posibles razones por las que una mujer soporta
tanto maltrato de parte de su pareja. Léalo detenidamente y notará que cada
frase está escrita en segunda persona, dirigida directamente a las muchas
mujeres que hasta la fecha continúan viviendo una situación de violencia familiar:
1. Típicamente Ud. Proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo
sus necesidades emocionales.
2. Habiendo recibido poco afecto, Ud. trata de comprender
indirectamente esa necesidad insatisfecha, proporcionando afecto, en especial a
hombres que parecen de alguna manera necesitados.
3. Debido a que Ud. nunca pudo convertir a sus progenitores en los
seres cariñosos que Ud. ansiaba, reacciona profundamente ante la clase de
hombres emocionalmente inaccesibles a quienes puede volver a intentar cambiar,
por medio de su amor.
4. Como le aterra que la abandonen, hace cualquier cosa para evitar que
una relación se disuelva.
5. Casi ninguna cosa es demasiado problemática, tarda demasiado tiempo
o es demasiado costosa si “ayuda” al hombre con quien Ud. está involucrada.
6. Acostumbrada a la falta de amor en las relaciones, Ud. está
dispuesta a esperar, conservar esperanzas y esforzarse más para complacer.
7. Está dispuesta a aceptar mucho más del 50% de la responsabilidad, la
culpa y los reproches en cualquier relación.
8. Su amor propio es críticamente bajo y en el fondo Ud. no cree
merecer la felicidad. En cambio, cree que debe ganarse el derecho de disfrutar
la vida.
9. Necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones,
debido a la poca seguridad que experimentó en la niñez. Disimula sus esfuerzos
por controlar a la gente y las situaciones bajo la apariencia de “ser útil”.
10. En una relación, está mucho más en contacto con su sueño de cómo
podría ser que con la realidad de su situación.
11. Es adicta a los hombres y al dolor emocional.
12. Es probable que Ud. esté predispuesta emocionalmente y a menudo
bioquímicamente, para volverse adicta a las drogas, al alcohol y/o a ciertas
comidas, en particular a los dulces.
13. Al verse atraída hacia las personas que tienen problemas por resolver
o involucrada en situaciones, que son caóticas, inciertas y emocionalmente
dolorosas, Ud. evita concentrarse en su responsabilidad para consigo misma.
14. Es probable que Ud. tenga una tendencia a los episodios depresivos,
los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que proporciona una
relación inestable.
15. No la atraen los hombres que son amables, estables, contables y que
se interesan por Ud. Esos hombres “agradables” le parecen aburridos.
Realizando un
breve análisis, obviamente no es una regla que las mujeres víctimas de
violencia familiar por su propio cónyuge presenten todas las razones descritas.
Pero el hecho de mencionarlos en su totalidad posee una doble intención; en
primer lugar una intención informativa – sensibilizadora para que aquellas
personas que nunca vivieron ésta triste realidad reconozcan que las frases
injustas emitidas (justificaciones) por mujeres víctimas de violencia familiar,
son, hasta cierto punto, respaldadas por su negativo historial de vida familiar
y afectivo. En segundo lugar; una intención terapéutica con objetivos claros de
lograr el insight de tal modo que aquellas que vivieron o viven esta amarga
experiencia autoanalicen sus carencias y comprendan que es posible notar que a
veces lo injusto parece justo, y cuando seamos capaces de notarlo se iniciará
la motivación para la reivindicación personal e integral.
Espero que lo
plasmado infunda valor en tod@s para denunciar la violencia familiar, además
recordemos que éste problema no es un asunto privado involucra a la sociedad en
general e involucra el RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS.
Culmino con la
frase siguiente: “La violencia es un recurso desesperado a la deficiente capacidad de
resolución de problemas que tiene un ser humano….Tod@s digámosle ¡NO! a la
violencia familiar”
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