Una investigación revela qué probabilidades puede haber de que una persona deje de fumar, adopte una rutina de ejercicio físico para estar en forma o siga un régimen para perder peso, cuando su pareja está afrontando ese mismo reto, cuando desiste de afrontarlo, o cuando no tiene necesidad de ello. Y los resultados son llamativos.
Los estilos de vida poco sanos son una causa principal de muerte por enfermedades crónicas en todo el mundo. Los riesgos clave en el estilo de vida se hallan en el tabaco, el exceso de peso, la inactividad física, una dieta deficiente, y el consumo de alcohol. Cambiar malos hábitos por otros buenos puede reducir el riesgo de padecer enfermedades, incluyendo el cáncer. Pero a veces se necesita mucha fuerza de voluntad para dejar malos hábitos y adoptar otros buenos.
Investigando sobre la influencia de la pareja en el grado de fuerza de voluntad conseguido por cada persona para cambiar de hábitos, Sarah Jackson, Jane Wardle y Andrew Steptoe, del University College de Londres en el Reino Unido, analizaron los datos de 3.722 matrimonios y parejas de hecho.
Y han constatado que las personas tienen un mayor éxito a la hora de adoptar hábitos saludables si su compañero o compañera realizan también cambios positivos. Por ejemplo, entre las mujeres que fumaban, el 50 por ciento conseguía dejarlo si su pareja hacía lo propio al mismo tiempo. El porcentaje de éxito bajaba al 17 por ciento en las mujeres cuyas parejas ya no fumaban, y era de tan solo el 8 por ciento en aquellas cuyo cónyuge o compañero era fumador habitual.
En el estudio se encontró asimismo que los hombres se ven igualmente influenciados por sus parejas y que tenían más probabilidades de dejar de fumar o perder peso si su pareja efectuaba el mismo cambio de comportamiento.
Claramente, el compartir el mismo reto con la pareja les hacía más fuertes a ellos y a ellas.
Fuente: www.noticiasdelaciencia.com
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