Valerse mucho de los regalos materiales para criar a los hijos puede volverlos más propensos a convertirse en personas muy materialistas en la adultez. (Ilustración: Amazings / NCYT / JMC)
Muchos padres pueden sentirse tentados de dar a sus hijos todos los juguetes y artilugios que pidan, o de utilizar la expectativa de tales regalos para dirigir el comportamiento de los niños. Un nuevo estudio indica ahora que los padres que usan bienes materiales como parte de sus técnicas de crianza de los hijos podrían estar volviéndolos más propensos a sufrir problemas derivados de un excesivo materialismo cuando sean adultos.
La investigación realizada por el equipo de Marsha Richins, de la Universidad de Misuri en Columbia, y Lan Chaplin, de la de Illinois, ambas instituciones en Estados Unidos, sugiere que los niños que reciben muchos premios materiales de sus padres probablemente continuarán premiándose a sí mismos con bienes materiales cuando crezcan (y sean completamente adultos), y esto podría ser problemático, ya que relacionar tan estrechamente la felicidad y el éxito con los bienes materiales puede llevarles en el futuro a tener problemas financieros o incluso conyugales.
El equipo de investigación halló que estas estrategias de crianza de los hijos pueden fomentar en ellos un materialismo excesivo:
-Premiar a los niños con regalos cuando consiguen algo.
-Dar regalos como forma de mostrar afecto.
-Castigar a los niños confiscándoles sus pertenencias materiales, como su juguete o videojuego preferido.
Cuando los padres usan bienes materiales de esa forma, sus hijos, cuando crecen, tienen en promedio más probabilidades de creer, consciente o inconscientemente, que el éxito en la vida se define por la calidad y la cantidad de bienes materiales que un individuo posee, o que adquirir ciertos productos los hace más atractivos como personas. Tal como señala Richins, en investigaciones anteriores se ha mostrado que los adultos que se definen a sí mismos o a otros por sus posesiones tienen un riesgo mucho mayor de sufrir problemas conyugales, de juego (ludopatía), de deudas financieras y de bienestar bajo.
Fuente: www.noticiasdelaciencia.com
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