Dra. Amarilis Domínguez Palpa
HOMENAJE ETERNO
Es un día simbólico en que todos nos ponemos de fiesta para celebrar a mamá, por naturaleza la mujer trae incorporado en su ser la capacidad de la maternidad y ternura; por ello le debemos principalmente a ella la vida intrauterina y extrauterina, aunque muchos factores y actores hayan contribuido en nuestro desarrollo o fracaso, fue la madre quien osada y arriesgadamente nos dio la vida, que muchos no valoramos… y no sólo tuvimos una madre sino toda la cadena de mamás que la antecedieron a nivel familiar y cultural. Nuestro homenaje a mamá, a la abuela, a la bisabuela, tatarabuela, ¨n¨ abuelas y así infinitamente hasta los inicios de la humanidad. Por ello nuestro saludo y homenaje eterno a ellas: Margarita, Hipólita, Francisca y a tantas otras madres que hicieron historia familiar, cultural, social y hasta política.
LAS CELEBRACIONES Y LOS PARADIGMAS DE
El moderno Día de
Actualmente la figura y concepto de la maternidad ha evolucionado, su significado va desde el embarazo, la lactancia, el sacrificio, la lucha por la sobrevivencia,… una maternidad que se cuaja en la crianza de los primogénitos, la búsqueda del pan y de la leche, el desafío de priorizar la maternidad ante la felicidad con la pareja, ella es quien forja los cimientos psicológicos y morales para la seguridad y prosperidad de los hijos. ¿Dime quién es tu madre y te diré quién eres?, con todo respeto pero el currículo vitae de una madre se forjo en la universidad de la vida, su visión es holística, maneja la filosofía perenne, la psicología transpersonal, la física cuántica, la teoría de la relatividad, la pedagogía constructivista, la etnomatemática, y la ética humana. Por ello su noble tarea y rol no tiene precio, todo gesto de reconocimiento es sólo un ápice de lo que significó la lista de sacrificios que tuvo que posponer por hacernos hombres y mujeres de éxito, sino lo valoramos y aprovechamos su inversión de tiempo, esfuerzo, amor, ternura y esperanza tienen el costo de toda su vida, una mujer cuyo nombre viene como las músicas humildes…sino revisemos en la literatura a Pelagia la madre de Pavel en la famosa obra de Máximo Gorki: ¨La madre¨, Madre Coraje y sus hijos es una pieza teatral fundamental en el teatro de Bertolt Brecht; Domitila Chúngara una mujer de las minas de Bolivia… y las madres peruanas anónimas que hacen historia real en estos tiempos de pobreza e injusticia.
LOS CUATRO ESTILOS DE MADRE CONFLICTUADA
En el escenario actual, la psicóloga María Elisa Molina identifica cuatro modelos de madres conflictuadas que no son excluyentes el uno del otro: la madre culposa, la frustrada, la depresiva y la que genera cambios.
La madre culposa:
La culpa es, sin duda, uno de los elementos que más caracteriza a las madres de hoy. Hoy aún se tiende a criticar a la madre de familia que opta por privilegiar su desarrollo profesional. 'La mujer que acepta un cargo de alta responsabilidad, por ejemplo, muchas veces se enfrenta al juicio social de que abandonó a sus hijos'.
También existen formas de compensación menos sanas, como las recompensas materiales y la cultura permisiva. 'Uno ve cotidianamente que muchas no pueden tolerar la angustia que les provoca la mala conducta de un niño, sobre todo en un espacio público, y que acallan una pataleta comprándole un helado o un dulce. Eso sucede porque el juicio social las hace dudar de si lo están haciendo bien, entonces sienten que no pueden permitir que el hijo sufra por ningún motivo. La madre que está con culpa siente que si el hijo sufre, es por culpa de ella", explica Molina.
La madre frustrada:
Es la madre que se somete al antiguo modelo de maternidad aunque éste no le acomode. Es la mamá perfecta, la que no cuestiona los cánones, sigue a cargo del ámbito privado y pone toda su autovaloración en la maternidad. Generalmente, no cuestiona el modelo tradicional, porque perder esa fuente de valoración la angustia mucho. También puede que se mantenga en ese rol exclusivo de madre porque siente, culturalmente, que es una obligación y no vive su opción en libertad. El riesgo de estas mujeres en la sociedad actual es que se encuentren algún día sin tareas, porque la organización social es tal que las responsabilidades parentales son más compartidas (por la iglesia, los colegios, los scouts, etc...). También puede pasar que se sientan poco valoradas por esta sociedad, que destaca cada vez más a las mujeres que se realizan en el ámbito público.
La madre depresiva:
Al incorporarse de manera más determinante al ámbito público de la sociedad, las madres se enfrentan a nuevos desafíos. Ahora no sólo tienen que ser buenas madres, sino que también son profesionales que tienen que competir, y las exigencias se van sumando hasta que se sienten sobrepasadas. 'Ella entra a un mundo en el cual tiene que jugársela para tener un lugar y así todas las alternativas que se le van presentando exigen que desarrolle nuevas competencias que no tenía; eso puede generarle trastornos de distintos tipos y llevarla a la depresión cuando siente que no se la puede', explica María Elisa Molina.
La madre que genera cambios:
Es la madre que está consciente de que no quiere seguir el modelo antiguo de madre omnipotente y que aspira a desarrollarse como persona en otros ámbitos. Su conflicto es que quiere tener una participación en la sociedad, pero aún no sabe cómo lo va a hacer para cuidar su casa al mismo tiempo. Al buscar nuevas formas de expresarse y de autovalidarse, esta madre genera una crisis que lleva al establecimiento de nuevos acuerdos de parentalidad y convivencia en la pareja o, en el peor de los casos, a un quiebre.
Según María Elisa Molina, esta madre tiene la ventaja de poder presentarle a sus hijos una visión del mundo en transformación. 'Es una madre que incorpora la reflexión en la relación con sus hijos. No trae verdades ya editadas, sino que construye la realidad con el hijo y también aprende de las necesidades que el hijo le va presentando, porque ella no tiene todas las respuestas'.
UN POEMA CON TODO MI CORAZÓN PARA TI
MADRE DE ACERO Y CORAJE
Madres todas las que abrieron su corazón
Y divinas dieron la vida,
Su regazo tiene sabor a leche de hembra
Sus sueños interrumpidos por el llanto de un pequeño
Sus manos tiernas y callosas como algodón de seda.
Su mirada altiva dejando todo prejuicio humano
Con dinero o sin él…
Se hicieron heroínas de la vida
Su alma está cuajada de susurros y melodías de cuna.
Lleva en la sangre las huellas de inocentes criaturas
En la piel el recuerdo de algún amor que la hizo madre,
Y en su interior el gozo de haber sido
La única que tuvo el coraje de dar vida
Y de no retractarse pese a todas las inclemencias
del tiempo y las verdades…
Tenemos coraje y somos de acero
Nueve meses esperando que gima
El fruto prohibido o consentido
de la historia personal…
Con coraje hicimos la luz
Cerramos la noche
Y el soplo divino
De un nuevo ser
Que de nuestras entrañas emergió.
Las autorías no vienen al caso
La humanidad sigue su curso…
El coraje de haber vencido
el dolor de traer al mundo
A más de un querubín,
Es como el grito que rompe la noche
Cuando sabe a carne tierna y fresca
De un cuerpecito que respira
Hondo y tierno en tu regazo.
Madre de acero y coraje
Que luchas por el pan, el apellido y el futuro
Me inclino a ti para rendirte pleitesía.
Que seas por siempre divina
Y no hay flor más hermosa que tus labios
Ni amor más grande que tus abrazos.
¡Que brille en ti por siempre la luz de la vida!
Amarilis Domínguez (2011).
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